¿Qué es el pienso en realidad?
El mes pasado os explicamos los motivos que nos llevaban a ofrecer alimentación natural a los animales que formaban parte de la historia de Wild Souls. En esta ocasión, queremos aprovechar para explicaros, más detalladamente, qué hay en realidad detrás de la industria del pienso, además de una facturación millonaria que ha llevado a dichas empresas a convertirse en multinacionales.
El pienso, son las bolitas o croquetas que resultan tras el siguiente proceso mecánico y químico:
Recolección de la materia prima: Ganado muerto por diferentes circunstancias no apto para humano, animales muertos y atropellados en carretera, grasas y sobras del sector restauración, carnes y productos cocidos caducados de supermercado, material decomisado de los mataderos, entre ellos los residuos fecales.
Desmenuzar la materia
Cocinado de la materia a 104,4º-132,2º
Separación de las grasas
Prensado para extracción de la humedad, a pesar de la importancia que tiene la humedad- agua en la alimentación.
Secado del material
Extrusión: proceso por el cual se da forma a un producto, obligándole a pasar a través de una apertura con diseño específico. Para ello el proceso puede alcanzar los 200º, matando las pocas vitaminas que podían quedar.
Añadido de:
colorantes
aditivos
conservantes (4 años después, la bolita sigue intacta)
vitaminas, minerales y aminoácidos sintéticos: a través de sprays, se añaden a las bolitas las vitaminas, minerales y oligolementos que necesitan los animales para tener una supuesta dieta equilibrada.
Consecuencias de la alimentación a base de pienso
Deshidratación: Los perros que comen pienso tienen la necesidad de beber agua constantemente.
Aparición de enfermedades: Los aditivos no aportan ningún valor nutritivo y, al ser químico, son nocivos para la salud del animal. Algunos de ellos están relacionados con enfermedades como el cáncer o problemas renales o de tiroides. Además, a muchos piensos se les añade azúcares, cosa que ha aumentado los casos de obesidad y diabetes entre los gatos y los perros.
Dificultad en la digestión: Para reducir el coste económico, las empresas que elaboran pienso hacen uso de harinas, componente que es muy difícil de digerir para animales con el sistema digestivo de un carnívoro. Además, las harinas u otros cereales se asocian a alergias e intolerancias.
Adicción: Ciertos aditivos generan adicción en los perros y gatos, cosa que les lleva a sólo querer comer esas bolitas, en vez de escuchar lo que su sistema digestivo les pide.
Envejecimiento prematuro: todas las anteriores consecuencias llevan a nuestro compañero incondicional a envejecer y a morir antes de lo que, naturalmente, le pertocaría.
Y, ahora que sabes todo esto, ¿quieres seguir dándole pienso a tu compañero perruno o gatuno de vida?
Contacta con nosotros y un especialista te explicará el procedimiento para la transición y el tipo de menú adecuado a las necesidades del perro o del gato.